Plaza trasera de la Catedral de Köln
Después de una noche de fiesta, todos somos iguales (a los ojos de dios y de quiensea). La pulcritud y limpieza alemana de la que me hablaban con admiración mis padres, no existe ya, o no en ese día en concreto, en el que puse mis pies mientras recogían los andamiajes de un escenario y las basuras de los restos de un concierto para jóvenes, ¿y por qué razón "de jóvenes"?, tal vez no eran jóvenes, da lo mismo. La cuestión es que la preciosísima catedral deslucía con este entorno.A pesar de estar en plena restauración su fachada, el edificio manda en todo el paisaje de la ciudad, la Catedral de Colonia es protagonista total. Ni las nuevas torres ni otras hermosas iglesias románicas la hacen sombra. Imposible no entrar y nada más hacerlo... ¡Sorpresa! Proyectado en el suelo en muchos idiomas, aparece este cartel que dice "Jesús también está en una patera".
Pórtico de entrada en restauración (si la foto tuviera más pixeles, se apreciaría la red metálica).
Plaza de la Catedral opuesta a la primera foto, esta vez con un concierto espontaneo.
La catedral se refleja en los comercios que hay en frente, y juego a fotografiar. Jugar es siempre divertido y además sanísimo cuando no se hace daño a nadie.Me gustaría "subir" más fotos de las miles que hice: de la catedral, de la ciudad, del Rhin, pero creo que por hoy es suficiente.
Sigo en octubre ya, día tres lunes:
La famosa cervecería "Löwenbräu", o no tan famosa hoy, pero mi padre siempre quería ir en cada ciudad alemana por la que pasábamos. Esto fue hace unos cuarenta años. Por cierto, ni idea de su traducción, algo de leones, se lo preguntaré a mi profesora.
Una de las muchas placitas, perfectamente reconstruidas (Colonia quedó hecha trizas después de la segunda gran guerra). Gran colorido y ambiente. En esta foto en concreto, hay una fachada gris con unos números cuyo sentido no logré averiguar.
Mueso (arqueológico, creo) en la plaza trasera de la Catedral.
En Colonia todo gira en torno a la Catedral. No es extraño, es realmente bellísima. El juego de luces de las vidrieras recuerda a la de León.
(A veces no hay que ir tan lejos para admirar la belleza.)
Vista de uno de los muelles embarcadero visto desde la orilla, margen derecha del Rhin. Los ríos navegables me siguen atrayendo y me apetece algún crucero. No así los marinos, que me dan claustrofobia... ¿Que es psicológico? ¡Por supuesto! La claustrofobia y el vértigo son totalmente neuras.
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