Allí íbamos de adolescentes Victoria (como nuestra excelente guía) y yo con las entradas de la tía Mariví (q.e.p.d.), antes de la gran reforma de 1997.
Se inauguró en tiempos de Isabel II en 1850 pero mejor que yo lo cuentan en:
http://www.teatro-real.com/es/el-teatro/historia
La entrada principal se realiza por la Plaza de la Oriente.
En la foto, vista desde una de las terrazas del Teatro.
El acceso por la Plaza de Ópera se reserva para cuestiones técnicas (antes portal del Conservatorio de Música y Danza, cuántos recuerdos, me estoy haciendo mayor).
Nada más entrar, tras el porche -elemento siempre práctico- nos recibe este gran vestíbulo donde solamente dos de todas las columnas son estructurales. El resto son un homenaje a las corralas madrileñas. Subiendo por las majestuosas escaleras se llega al teatro en sí, único de perfecto trazo en herradura, donde no están permitidas las fotos.
Los Reyes, por ser reyes, tienen el privilegio del uso exclusivo del palco central, sin grandes ringu.rangos. Me llamó la atención varias sillitas para niños entre los asientos reales. Sobre este espacio, se encuentra la cabina de regulación de la iluminación, cuestión tan importante en el teatro.
Además del teatro para representaciones, el edificio alberga muchas salas. Se nos mostraron algunas, no todas. Hay varios tipos de visitas guiadas y ahora tengo el gusanillo de hacer la visita "técnica" donde muestran la torre que se levanta en el espacio central del edificio (en la foto del plano, en azul claro) y que es una Gran Tramoya, ¡qué interesante!
En una de las salas, Victoria nos regalaba cultura (parte de su cultura) por medio de su palabra clara. En un momento dado, nos señaló este busto y nos habló de él.
Aquí, el mítico "castrati" Farinelli. Me entero ahora de que hay una película sobre el personaje y la quiero ver.
http://www.filmaffinity.com/es/film215922.html
Ahora escucho en la radio que vuelve a haber sopranos masculinos, con una voz que realmente parece femenina, pero deduzco que no se someten al sacrificio de aquellos tiempos...
Y así acabaré, porque podría seguir y seguir y seguir, pero está muy demodé lo de escribir largo.
Esta vez fue gratis por gentileza de la fundación de Amigos de la BNE, pero espero volver, aunque no sea tan gratis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario