jueves, 11 de julio de 2013

Marbella



Tiene Marbella varias caras. Hace pocos años la conocí por Puerto Banús y no me llamó la atención.
El pasado junio entré por el centro y observé otra ciudad, con un centro muy cuidado, unas playas de arena gris y aguas frescas y agitadas, pese a ser el Mediterráneo el mar que las baña.
De vuelta hacia Málaga, me sorprendió al anochecer -hacia las diez de la noche-  una luna llena enorme; era el día del año en que estaba más cerca de la Tierra, y llenaba el cielo sobre un mar azul turquesa salpicado de rocas. No tenía a mano la máquina de fotos, o no pude parar, como suele suceder, pero conservo esa imagen en la memoria, como conservo el doble arco iris de hace unos años en la playa de Barra.
Por el centro sin embargo sí estuvimos sacando fotos y subo aquí la tapadera de una alcantarilla sobre el suelo cuidadosamente empedrado. Algo en lo que no nos solemos fijar, a pesar de estar las calles llenas de todo tipo de tapas: las de IberTrola, Timofónica, Kas Natural, Priego, Agua Potable, Recogida de aguas...

sábado, 6 de julio de 2013

Shigeru Ban

Me gusta este arquitecto japonés que nació el mismo año que yo, aunque en Tokio. Me gusta lo que sé, que es poco. Según leo, a pesar de haber participado en algo tan mundialmente conocido como la reconstrucción de la Zona Zero de Nueva York, Shigeru parece muy sencillo, accesible y más preocupado por ser útil que famoso. Chapeau.  




La foto, tomada de la Wikipedia, es una iglesia de papel, sí sí, de PAPEL. La construyó en un área que quedó desolada tras un terremoto, en Japón, país de los terremotos. Reconstruyó todo el barrio a base de cartones y papel ante la urgencia de la necesidad, y luego debió gustar y gustarle. Sigue yendo allá donde hay desastres, y solo ambiciona que la arquitectura sirva a las personas.

Todo un ejemplo, ¿no?

miércoles, 3 de julio de 2013

Urbanizaciones fantasmas



También hay esqueletos de urbanizaciones: millones de euros gastados en calles de lujo, alumbrado deslumbrador, césped verde que te quiero verde y hasta las calles con nombre puesto. Nadie las habita, nadie las pasea, no se usan. Ni una sola casa, llegó la crisis.
Nunca serán recibidas porque nunca estarán en marcha. O, en el peor de los casos, si fueron recibidas por el municipio, será su coste a cargo del mismo; a cargo de todos, en definitiva.

Por hoy, lo dejo así; daría para mucho.