viernes, 8 de noviembre de 2013

La Granja (Segovia)

La Granja, jardines y palacio de reyes y nobleza con nombre de santo (a saber qué se le habría perdido a Ildefonso por allí, y porqué le canonizarían).
 A nosotras, lo que nos interesaba era la Naturaleza, la compañía, lo bello.
 El otoño es la época ideal para los colores de los árboles. En esta foto, la sombra de mis amigas delante del estanque y, al fondo, los arces.



 Hay dos sequoyas gigantes en La Granja que vimos, pero no fuimos muy conscientes. Las llaman "el rey" y "la reina". Estuvimos más atentas a otros árboles más nacionales.
Un fin de semana corto pero intenso, que repetiremos dentro de otros tres lustros. Fue el regalo de cumpleaños de mis amigas. Ole por ellas.
La Granja y Segovia, 25-26 de octubre de 2013.

jueves, 7 de noviembre de 2013

San Lorenzo (Segovia)

Sólo si se ha vivido Segovia se sabe (salvo eruditos especialistas). San Lorenzo es un barrio de Segovia capital, antes municipio independiente, que conserva trazas de pueblo castellano, muy pocas, como esta Plaza con su iglesia románica.


Cuando observo un capitel románico me pregunto si el que lo esculpió se divertiría. Creo que sí.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Palencia...

... también existe.


Calle Mayor donde fue rodada la película del mismo nombre
http://www.filmaffinity.com/es/filmimages.php?movie_id=751438

Pequeña ciudad de unos 80.00 habitantes, se recorre de punta a punta en una de media hora y da gusto pasearla por su centro porque su trazado medieval se llena de placitas e iglesias. Como esa blanca y austera de San Miguel, donde mi amiga Rosa se casó cuando aún existían los dinosaurios, aún no habíamos acabado la carrera, ¡qué prisa tenían algunas!
Se diría un pueblo grande en el que el domingo aún se escuchan campanas de alguna llamada a la santa misa, cada vez menos santa y menos misa, pero campanas al fin y al cabo -éstas sí, auténticas-.

Luce orgullosa alguna casa de antiguos nobles hoy ocupada por alguna institución, en el mejor de los casos, o abandonada, en el peor. Ésta, situada en su paseada Calla Mayor, con hermosos esmaltes y ventanas es una excepción, pues en ella vive algún particular.

Me gusta este homenaje a la castañera, ¡por qué razón han de ser siempre eruditas las personas a quienes se erige una escultura! Esther está detrás, de espaldas, porque no quiere salir en ninguna foto.
Y termino con este original aparcamiento para bicicletas por donde asoma mi Pepo, pensando con nostalgia qué sería de aquella mi colección de objetos urbanos fotografiados por todo el mundo.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Magdalena

Península hermosa de hermosas vistas, palacio de reyes antaño y hoy cuna de nobles menesteres tales como la Cultura. Ciencias y Letras se dan la mano en los meses estivales para dar y recibir, recibir y dar, al ritmo del suave clima cántabro, a quienes tenemos la suerte de ser acogidos.

 Desde mi ventana
Llegando a Palacio
Este curso 2013, fue Eduardo Mendoza quien nos recordó del papel sanador de la Literatura, sanadora para el alma, comparable al ejercicio físico para el cuerpo. Nos contó que el mayor cuento es la Biblia, que la ambigüedad es una virtud literaria que permite al lector ser intérprete. Nos despojó a lo literario de todo poder moralizante y nos recalcó el valor de saber idiomas, de leer en versión original. Nos habló de lo que nos hablan los libros: de esa enorme gama de personas y situaciones que nos enriquecen, de ese mundo polícromo por contraposición con el fútbol, donde sólo existe una visión monocroma de la realidad.
Nos vaticinó el fin de la novela. Proust y Joyce ya acabaron con ella. Lo que venga... nadie sabe.
Nos hizo, en fin, un recorrido histórico por las figuras más relevantes de la Literatura con sus comentarios siempre llenos de simpatía y ternura. Durante cinco días, sin parar, Eduardo no se ausentó ni una sola vez, cumplió su labor con tanta dignidad como sentido del humor.
Volveremos a la Magdalena.

viernes, 9 de agosto de 2013

Sujetando

Pasamos por la ciudad y vemos, pero no miramos. Así, se nos pasan desapercibidas cosas hermosas, tal como nos sucede en la vida misma. Este "señor" que sujeta el edificio para que no se caiga, por ejemplo.
Se encuentra en una arteria madrileña con mucho tráfico y le he visto mil veces de refilón pero hoy, agosto vacío, he parado y le he fotografíado. El edificio que simula sostener es de Miguel Fisac, de muy digno diseño y detalles muy cuidados, un edificio de uso administrativo y galardonado en su día. No cuento nada más: las fotos hablan. Y no quiero mencionar las dificultades por las que pasa el C.S.I.C. (esta maravilla arquitectónica es sede de uno de sus departamentos) porque daría para mucho.


domingo, 4 de agosto de 2013

Separación de residuos



Esta pobre no sabía dónde ponerse. Y se quedó así, sobre la acera, junto a los contenedores.
¿Soy de papel? No no no.
¿Soy vidiro? Noooooooooooooo.
¿Soy basura? ¡ni hablar!

Serrat no pudo dedicarle una canción y ella murió olvidada, despojada de sus ojos,  de los brazos y de su mitad inferior. Tan sólo unas notas de color sobre su escote y su moñito recuerdan que algún día fue casi una mujer.

sábado, 3 de agosto de 2013

Hay que ir con ojo


Hay cosas por las aceras de lo más variopinto. Uno se puede topar con una botella medio llena-medio vacía (según del  humor que esté), pisar una caca de perro o, lo que es más peligroso, tropezar con algo como ésto: un “pincho” que algún día pinchó algo, pero que apenas es perceptible. Si no lo ves, te pinchas, relinchas o te matas; es un decir, por supuesto, pero vivimos ajenos al peligro que existe en caminar tranquilamente por las calles.
Era un contenedor de ropa. Uno pirata. Quien sea (¿policía municipal? ¿pirata responsable?) lo ha quitado, pero ha dejado este redondo. Para que un día vayas tú y no lo veas. Para que te mates.




Las fotos son mías, con mi móvil, el que llevo siempre encima porque ir cargada con el pedazo de Nikon, como que no. Algún día la cogeré e iré captando imágenes de la ciudad, pero con este calor no.  

jueves, 11 de julio de 2013

Marbella



Tiene Marbella varias caras. Hace pocos años la conocí por Puerto Banús y no me llamó la atención.
El pasado junio entré por el centro y observé otra ciudad, con un centro muy cuidado, unas playas de arena gris y aguas frescas y agitadas, pese a ser el Mediterráneo el mar que las baña.
De vuelta hacia Málaga, me sorprendió al anochecer -hacia las diez de la noche-  una luna llena enorme; era el día del año en que estaba más cerca de la Tierra, y llenaba el cielo sobre un mar azul turquesa salpicado de rocas. No tenía a mano la máquina de fotos, o no pude parar, como suele suceder, pero conservo esa imagen en la memoria, como conservo el doble arco iris de hace unos años en la playa de Barra.
Por el centro sin embargo sí estuvimos sacando fotos y subo aquí la tapadera de una alcantarilla sobre el suelo cuidadosamente empedrado. Algo en lo que no nos solemos fijar, a pesar de estar las calles llenas de todo tipo de tapas: las de IberTrola, Timofónica, Kas Natural, Priego, Agua Potable, Recogida de aguas...

sábado, 6 de julio de 2013

Shigeru Ban

Me gusta este arquitecto japonés que nació el mismo año que yo, aunque en Tokio. Me gusta lo que sé, que es poco. Según leo, a pesar de haber participado en algo tan mundialmente conocido como la reconstrucción de la Zona Zero de Nueva York, Shigeru parece muy sencillo, accesible y más preocupado por ser útil que famoso. Chapeau.  




La foto, tomada de la Wikipedia, es una iglesia de papel, sí sí, de PAPEL. La construyó en un área que quedó desolada tras un terremoto, en Japón, país de los terremotos. Reconstruyó todo el barrio a base de cartones y papel ante la urgencia de la necesidad, y luego debió gustar y gustarle. Sigue yendo allá donde hay desastres, y solo ambiciona que la arquitectura sirva a las personas.

Todo un ejemplo, ¿no?

miércoles, 3 de julio de 2013

Urbanizaciones fantasmas



También hay esqueletos de urbanizaciones: millones de euros gastados en calles de lujo, alumbrado deslumbrador, césped verde que te quiero verde y hasta las calles con nombre puesto. Nadie las habita, nadie las pasea, no se usan. Ni una sola casa, llegó la crisis.
Nunca serán recibidas porque nunca estarán en marcha. O, en el peor de los casos, si fueron recibidas por el municipio, será su coste a cargo del mismo; a cargo de todos, en definitiva.

Por hoy, lo dejo así; daría para mucho.

martes, 25 de junio de 2013

Esqueletos

Asistimos al espectáculo de tantos y tantos edificios por terminar, calaveras arquitectónicas que nos recuerdan al horror de los albores del Siglo XXI. Por aquel entonces (no hace tanto), la alegría de la construcción estaba ciega ante lo que ha llegado. Era, es, lógico: hacer por hacer sin sopesar las consecuencias nos ha llevado a esto.
¡Cuántas veces alertamos a unos cuantos alcaldes que nos miraban sin comprender! Por ello, alguno -algún alcalde, quiero decir- nos "largó", literalmente hablando: nos expulsaron como asesores municipales. Años después nos daban la razón. Pero ya es tarde, el daño está hecho.

- Derribar los horrores del pasado tal vez nos cueste muy caro. Dicen algunos que es "poco ecológico" y muy costoso económicamente.
- ¿Dejaremos a nuestros hijos y nuestros nietos esqueletos esparcidos por toda la geografía, como muestra de lo que fuimos?

¿Qué es más caro?
Dejo abierta la reflexión.